Un delito sin sentencia

En la reclusión de miles de personas en las cárceles del país acusadas por delitos relacionados con la mariguana, cuya prohibición hoy está bajo debate en México, las autoridades de Jalisco han hecho un aporte importante con su sistema penitenciario sobrepoblado. 

Mientras especialistas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) como Arturo Rocha Hernández, han estimado en 10 mil los internos en las cárceles federales por delitos ligados a la mariguana, tan solo en las prisiones estatales de Jalisco se mantiene encerrados a mil 233. 

Luis Herrera Luis Herrera Publicado el
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73.58
por ciento la tasa de sobrepoblación carcelaria en Jalisco, de acuerdo al reporte de la Comisión Nacional de Seguridad del Gobierno federal
"La mariguana es parte del triángulo perverso que genera la comisión de delitos que es violencia, bullying y adicciones”
Eduardo Almaguer Ramíreztitular de la Fiscalía General del Estado de Jalisco
https://www.youtube.com/watch?v=PPW3TDSLykw

En la reclusión de miles de personas en las cárceles del país acusadas por delitos relacionados con la mariguana, cuya prohibición hoy está bajo debate en México, las autoridades de Jalisco han hecho un aporte importante con su sistema penitenciario sobrepoblado. 

Mientras especialistas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) como Arturo Rocha Hernández, han estimado en 10 mil los internos en las cárceles federales por delitos ligados a la mariguana, tan solo en las prisiones estatales de Jalisco se mantiene encerrados a mil 233. 

La Fiscalía de Reinserción Social de Jalisco aprisiona en sus propias instalaciones, por lo tanto, a poco más de una décima parte de todos los que tiene recluidos a nivel nacional el Gobierno federal por delitos sobre la mariguana. 

Peor aún, la dependencia estatal informa que de esos internos que mantiene encerrados por delitos sobre la mariguana, cerca de cuatro de cada 10, esto es, 448 o el 36 por ciento del total, están sin siquiera haber sido sentenciados.

No por nada el abuso de la prisión preventiva ha hecho que el sistema penitenciario de Jalisco sea uno de los del país con la más alta y grave tasa de sobrepoblación y hacinamiento: si su capacidad total permite alojar 10 mil 229 internos en sus 34 centros, hoy aprisiona a 17 mil 756. 

Es decir, que la tasa de sobrepoblación carcelaria en el estado es de un 73.58 por ciento, según el reporte más actual de la Comisión Nacional de Seguridad del Gobierno federal, en un problema que poco ha cambiado con el gobierno del mandatario Aristóteles Sandoval Díaz. 

De todos esos presos en Jalisco por delitos entorno a la mariguana, casi tres de cada cuatro o el 73.3 por ciento, lo están por la modalidad de posesión de la droga, esto es, solamente por cargar con ella, sin que se les hubiera podido involucrar en otra actividad como tráfico o comercio. 

De esta manera, son 905 las personas que la Fiscalía de Reinserción Social recluye en sus celdas únicamente por la portación de cannabis y, por si fuera poco, más de una tercera parte de ellos ni siquiera han sido sentenciados. Así que hay 326 internos solo por una presunta posesión de la hierba con una acusación aún sin comprobar. 

Esta proporción de personas recluidas solo por la posesión de esa droga es peor incluso a la que fue detectada en las cárceles federales, dentro de la Primera Encuesta a Población Interna en Centros Federales de Readaptación Social del CIDE 2012, en un indicador afín. 

En ese estudio, al consultar a la población sentenciada por delitos sobre todas las drogas –y no únicamente la mariguana-, se descubrió que el 38.5 por ciento de los internos por delitos contra la salud estaban presos solo por la posesión del narcótico. 

Castigos jaliscienses

Las actividades ligadas con la mariguana que más castiga el Gobierno de Jalisco con sus cárceles, según la clasificación que hace la Fiscalía de Reinserción Social de sus presos, son las siguientes, considerando a procesados y sentenciados:

El 73.3 por ciento de los presos lo están por posesión; el 17 por ciento por comercio; el 8 por ciento por transporte, y el 1.5 por ciento restante lo suman cinco categorías con porcentajes mínimos: por cultivo/siembra; introducción o extracción; producción; suministro y tráfico.

Mientras que el estudio del CIDE en cárceles federales, solo sobre sentenciados sobre todas las drogas (delitos contra la salud), presentó estos resultados:

“Un 40.7 por ciento afirmó estarlo por transporte de drogas, 38.5 por ciento por posesión, 15.4 por ciento por vender al menudeo, 8.9 por ciento por traficar, 4.9 por ciento por vender al mayoreo, 3.2 por ciento por fomento al narcotráfico, 3.0 por ciento por suministro, 1.8 por ciento por consumo y 1.8 por ciento por plantar o cultivar drogas”. 

De todos los sentenciados por delitos contra la salud en cárceles federales, la gran mayoría lo están por mariguana: el 58.7 por ciento. Seguido por cocaína (27.3 por ciento), metanfetaminas (11.1 por ciento), heroína (8.3 por ciento), piedra o crack (3.4 por ciento) y pastas o chochos (2 por ciento). 

Política punitiva

El perfil de los presos en las cárceles estatales de Jalisco por delitos relacionados con la mariguana, al igual que los de las prisiones federales, sustentan el señalamiento del CIDE sobre una estrategia gubernamental con capturas concentradas en los niveles bajos de los grupos delictivos y en usuarios de las sustancias. 

En su Encuesta el CIDE descubrió que de todos los presos federales sentenciados por todos los delitos, el 23.10 por ciento lo estaban solo por la posesión de narcóticos, el 9.30 por ciento por la venta al menudeo y el 1.10 por ciento por su consumo. 

“El alto porcentaje de personas sentenciadas por posesión, venta al menudeo y consumo resulta preocupante pues sugiere una política de drogas enfocada en detener a traficantes de pequeña escala y/o a consumidores”. 

Hoy en día son 48 mil 246 los presos federales totales del país, de los que 23 mil 669 están sentenciados, y 24 mil 577 aún procesados sin una condena. 

En Jalisco su Fiscalía de Reinserción Social no utiliza una categoría de “consumo” en lo que respecta a las personas encarceladas por delitos sobre la mariguana, sin embargo, en lo que hace a la posesión y comercio, en efecto, concentran el 90.4 por ciento de todos los presos vinculados a esa droga, considerando tanto procesados y sentenciados. 

En este sentido, no sorprende que el titular de la Fiscalía General del Estado, Eduardo Almaguer Ramírez, del cual depende el sistema penitenciario estatal, muestre una postura reaccionaria con respecto a los nuevos aires que soplan hacia una posible regulación de la mariguana. 

El fiscal se ha mostrado convencido de que el consumo de la yerba y las drogas en general son causa del 80 por ciento de los delitos del estado, una afirmación que ya fue rechazada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) al considerar que carece de sustento científico. 

Mientras la SCJN concedía un amparo el 4 de noviembre de 2015 para el uso recreativo de la cannabis, y concluía: “el consumo de mariguana no es un factor determinante en la comisión de crímenes”.

Al día siguiente, Almaguer Ramírez, declaraba: “El tema de las drogas, participan o tienen origen, o tienen una motivación en el 80 por ciento de los delitos”.

“La violencia no se genera porque este tipo de sustancias sean ilegales o legales, la violencia se genera por el consumo de estas sustancias que alteran el comportamiento de la gente, y a partir de ello se genera esta violencia”.

“La mariguana es una sustancia que daña a la salud, que no puede ser utilizada de manera recreativa”, concluye.

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