Un día terror
Los hechos violentos que desplegó hace un año el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en este estado, ante la ofensiva federal lanzada en su contra aquel 1 de mayo de 2015, quedaron clasificados en los archivos de las autoridades locales como actos terroristas.
En los últimos reportes difundidos en los medios por el Gobierno de Jalisco sobre esa jornada se habló de 39 narcobloqueos, no obstante, nuevos informes de la Fiscalía General revelan que, en realidad, fueron 80, el doble de lo dicho ante la opinión pública.
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Los hechos violentos que desplegó hace un año el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en este estado, ante la ofensiva federal lanzada en su contra aquel 1 de mayo de 2015, quedaron clasificados en los archivos de las autoridades locales como actos terroristas.
En los últimos reportes difundidos en los medios por el Gobierno de Jalisco sobre esa jornada se habló de 39 narcobloqueos, no obstante, nuevos informes de la Fiscalía General revelan que, en realidad, fueron 80, el doble de lo dicho ante la opinión pública.
Más allá de la polémica que generó el gobernador Aristóteles Sandoval Díaz, cuando aseguró que esos narcobloqueos no habían sido más que “actos vandálicos”, lo cierto es que su Fiscalía tiene claro los efectos sociales que tuvieron.
Los ataques en las vías con que el CJNG respondió al Operativo Jalisco están registrados por la Fiscalía entre los eventos terroristas que ha investigado en los últimos años, si bien apunta que lo ha hecho desde sus atribuciones, pues la persecución de ese delito es competencia federal.
La Fiscalía suma ese 1 de mayo, por tanto, 80 hechos terroristas, y a la pregunta de “en qué consistió el acto terrorista”, responde: “Bloqueos en distintas calles, avenidas, y carreteras de la entidad”, dentro del expediente de transparencia LTAIPJ/FG/317/2016, del 14 de marzo de 2016.
Aunque no figuran en este informe de Fiscalía sobre hechos terroristas en Jalisco, aquel día, además de los bloqueos, el CJNG incendió seis gasolineras (dos en Lagos de Moreno, dos en Magdalena, dos en Tala); una tienda en Ciudad Guzmán; tres bancos al menos de Pihuamo, Zapotiltic y Ciudad Guzmán; y 36 vehículos.
Las averiguaciones por todos estos ataques, dice la Fiscalía, al ser del fuero común, no persiguen el delito federal de terrorismo, pero sí otros implicados del Código Penal local:
“La Fiscalía Central y Regional conocieron sobre los hechos ocurridos en diferentes municipios de Jalisco que pudieran considerarse como actos terroristas, los cuales dieron origen a iniciar averiguaciones y carpetas de investigación por los delitos de daño en las cosas, robo a vehículo particular, robo de carga pesada y homicidio”.
La veta del terrorismo del 1 de mayo también la observó la Procuraduría General de la República (PGR), que cinco días después dijo que de seis personas detenidas por delitos federales, en cinco se presumía “su probable responsabilidad en los delitos de delincuencia organizada y terrorismo”.
‘Sólo actos vandálicos’
Aunque nunca se oficializó, en aquel inicio de la Operación Jalisco trascendió que quien se transportaba en el convoy de Villa Purificación era el líder del CJNG, Nemesio Oseguera “El Mencho”; pero la acción salió mal, los criminales derribaron el helicóptero militar, y ocho soldados y una policía federal murieron.
La ola de terror desatada alcanzó al gobernador Sandoval Díaz, que el 7 de mayo, en el Foro Económico Mundial de América Latina de Cancún, era cuestionado si había sido ese un escenario de “narcoterrorismo”, y respondía:
“De ninguna manera, fueron actos vandálicos. La gente que cometió estaba bajo el influjo de las drogas, es gente que, como lo han confesado, (por) entre 500 y mil pesos hacían un acto de esta naturaleza; son actos vandálicos (…) la Policía estatal lo que hizo inmediatamente fue atender todos y cada uno de estos actos vandálicos”.
Unas horas más tarde, en un comunicado, el Gobierno estatal refrendó esas palabras aduciendo que el término “narcoterrorismo” “no encaja en ninguna figura jurídica vigente” y “no existe” según la Real Academia de la Lengua.
“Los bloqueos que se llevaron a cabo el pasado viernes en diversos puntos de Jalisco corresponden a actos vandálicos planeados por el crimen organizado”, no obstante, se dijo al tanto de que la PGR investigaba delitos “como terrorismo y delincuencia organizada”.
Y concluía: “Desechar ese término (narcoterrorismo) no implica en lo absoluto minimizar los hechos ocurridos en Jalisco. La autoridad estatal está cierta de que estos bloqueos generaron temor e inquietud en la población”.
Terroristas desde 2011
Sin embargo, no solo los narcobloqueos que protagonizó el CJNG el 1 de mayo están entre los actos considerados terroristas en Jalisco por la Fiscalía.
De hecho, así clasifica a todos los ataques de este tipo que se han dado desde 2011.
En este informe sobre hechos terroristas en Jalisco, la Fiscalía incluyó a las siete jornadas de narcobloqueos que se han tenido hasta hoy, incluidas las que encabezó La Resistencia, grupo criminal con el que el CJNG disputaba el estado:
Dos son de 2011, de La Resistencia, una del 15 de enero –el primero para Jalisco-, en Tlajomulco de Zúñiga, por la detención de una decena de los suyos.
Otra del 1 de febrero, con seis bloqueos en tres municipios (Guadalajara, Zapopan y Tonalá) por la captura de fuerzas federales de dos de sus mandos.
En 2012 están registradas tres jornadas con 54 bloqueos del CJNG: las del 9 de marzo y 10 de marzo, tras la captura de Erick Valencia, entonces su líder máximo; y la del 25 de agosto, cuando fuerzas federales intentaron capturar al actual cabecilla “El Mencho”.
En 2014 hay una del 31 de enero, con tres bloqueos en Zapopan por la captura de Rubén Oseguera “El Menchito”, hijo del líder, y finalmente la del 1 de mayo de 2015.
Crece su dominio
El análisis de los episodios de narcobloqueos desplegados por el CJNG y sus alcances evidencia el crecimiento que ha tenido tanto en su capacidad logística y operativa, como en su presencia sobre el estado.
De las tres jornadas que el CJNG encabezó en 2012 con 54 bloqueos totales, estos se dieron en 25 municipios distintos, una quinta parte de los que tiene Jalisco.
El 44 por ciento de los ataques se focalizó en la región Centro donde está Guadalajara, las siguientes regiones con más fueron Ciénega (en Chapala) con 13; la región Sur con cinco, y la Región Costa Sierra Occidental con cuatro.
En cambio, para los bloqueos de 2015 el CJNG mostró una capacidad de despliegue mucho mayor a la de tres años antes, alcanzando nuevas zonas del estado. Esos ataques se dieron en 39 municipios–un 56 por ciento más-, esto es, una tercera parte de los que hay en Jalisco, 125.
Con esos 80 bloqueos en 2015, el CJNG demostró que podía articular en una sola jornada un 48 por ciento más de estos ataques que los de 2012 (aun en tres días distintos).
En 2015 los bloqueos se dieron en 10 regiones -una más que en 2012-, otra vez con la Centro a la cabeza con 29 de estos -más de una tercera parte-; seguido por la Región Costa Sur con 11; Sierra de Amula, nueve; Sur, ocho; Ciénega, siete; y con dos cada una en Valles y Altos Sur.
Apenas en julio de 2015 la Administración para el Control de Drogas (DEA) decía sobre el CJNG en su informe “Estados Unidos: Áreas de influencia de las principales organizaciones criminales trasnacionales de México”.
“Es un cártel de significativa preocupación, pues se está convirtiendo rápidamente en una de las organizaciones más poderosas en México, y la DEA proyecta que su presencia crecerá en los EEUU el siguiente año”.