Un espejo opaco
En Guadalajara, el #YoSoy132 es esencialmente distinto; en realidad lo es en todo sitio. Si la forma en la que lo entienden diversas universidades en el D.F., encuentra matices y posturas que difieren, entonces no debe sorprender que la aproximación que tienen los grupos 132 de diferentes estados de la República sea, en sí misma, una cosa totalmente distinta.
Francesc MesseguerEn Guadalajara, el #YoSoy132 es esencialmente distinto; en realidad lo es en todo sitio. Si la forma en la que lo entienden diversas universidades en el D.F., encuentra matices y posturas que difieren, entonces no debe sorprender que la aproximación que tienen los grupos 132 de diferentes estados de la República sea, en sí misma, una cosa totalmente distinta.
Por lo mismo, el #YoSoy132 no es un sólo movimiento, es muchos. Se trata de una infinidad de reflejos a medias; una buena cantidad de espejos opacos que suponen ser lo mismo, pero no lo son, aunque en esencia lo sean; y Guadalajara es el grandísimo ejemplo de uno.
Se trata de un movimiento de movimientos que vive bajo la máxima de que lo otro es lo mismo, visto desde un lugar diferente.
Tuve la oportunidad, y el privilegio, de reunirme con algunos miembros del 132 en Guadalajara. Me invitaron a una Asamblea Ciudadana, a la que naturalmente asistí. El punto de encuentro fue el Parque Revolución, ese Parque Rojo con suelos del mismo color, en donde suelen juntarse a discutir sus agendas y sus planes de acción, para luego dividirse en mesas de trabajo; todos ellos dentro de lo que alguna vez pudo ser un kiosco, en cuyo centro, se aprecia la leyenda escrita con colores: 132.
–Compañeros, recuerden: ésta es una asamblea ciudadana, por lo que sólo es de carácter informativo. El orden del día va de la siguiente manera. Algunos compañeros darán un breve informe de la Convención en Atenco y después discutiremos sobre los próximos eventos: La marcha del 22 de julio, la toma simbólica de Televisa del 27, y el festival en Anenecuilco, del 8 de agosto –dice Citlali, la moderadora, mientras los asistentes mueven las manos en seña de aprobación.
En Guadalajara, el #YoSoy132 es un colectivo de diversos grupos sociales que no necesariamente son estudiantes; de hecho, ellos no se consideran un movimiento estudiantil.
En el Parque Rojo, se reúnen miembros de universidades como la UDG y el ITESO, la UNIVA, la UVM y la UAG, con personas de otros sectores, como aquel ciclista que felicitó al grupo por la manifestación del 7 de julio, o el albañil de camiseta turquesa que, con la mirada perdida, nos dijo casi entre lágrimas, que usáramos la inteligencia en nuestra lucha; pues el no hacerlo en la suya, le había costado cinco años en la cárcel.
–Miren, compañeros. A como yo veo las cosas, la consigna no es: qué vamos a hacer cuando ese cabrón (EPN) sea Presidente; la consigna es: qué vamos a hacer para que ese cabrón no sea Presidente –dice una compañera, entre aplausos.
La diferencia entre ésta y cualquier otra Asamblea 132, es que en este caso se trata de una asamblea del Frente Amplio. Aquí, en esta unión de fuerzas pero no necesariamente de ideologías, sólo se discuten temas relacionados con el plan de acción conjunto. En donde se dividen en mesas de trabajo desde donde discuten temas relacionados, por ejemplo, con la diversidad sexual.
De hecho, de una de ellas (IFE/IEPC) surgió la idea de realizar un debate entre los aspirantes a la gubernatura de Jalisco, el 21 de junio.
–Compañeros, siempre en las manifestaciones se escucha que cantamos: “Si hay imposición, habrá revolución.”; la pregunta es, ¿qué tan dispuesto está cada uno de nosotros a llegar ahí?
– ¡Nuestra lucha es con palabras, no con rifles, compañero!