Un festejo y un reclamo…

“Y ahora con ustedes un hombre comprometido con las madres de México”, dice una voz bien a nada. Es el presentador del candidato presidencial priista, Enrique Peña Nieto.

El candidato recibe un aplauso caluroso de las casi 200 madres que fueron invitadas a un desayuno para celebrar el 10 de mayo.

Apenas un velo cubre la polémica debilidad por las mujeres del priista y la acusación de su ex pareja Maritza Díaz Hernández por abandonar al hijo que procrearon juntos.

Porque minutos después de que él lanzara un mensaje en el que ofrecía seguro de vida a las mujeres de México para que puedan estar tranquilas y cuiden a sus hijos, ella insistió –a través de su cuenta de Twitter– que en la paternidad Peña Nieto es un irresponsable.

“Podré estar en desacuerdo con @EPN con sus irresponsabilidades, su falta de compromiso con nuestro hijo, me molesta mucho que lo lastime etcétera”, dijo en un primer tuit al mediodía.

Sin embargo reconoció que está muy feliz por el hijo que procrearon juntos.

“Siempre le estaré muy agradecida por el hermoso hijo que tenemos, producto de un gran amor, sin duda lo más bello que tengo de ti @EPN”, lanzó en un segundo posteo.

El candidato presidencial tenía programada una rueda de prensa luego del evento en el restaurante Foresta, en donde ya estaba preparado un pequeño templete y el micrófono, pero de última hora se canceló.

Ayer se vació en elogios a las madres.

“Lo que vengo planteando en mi campaña, en honor a la verdad, se inspira en lo que las mamás y las mujeres de México vienen formulando. La inspiración del programa de acción del gobierno que estoy postulando tiene en ustedes la mayor inspiración”.

Denise de Kalafe fue invitada y cantó la clásica canción “Señora, Señora”. La candidata al Gobierno del Distrito Federal, Beatriz Paredes se echó a capela una de Joan Manuel Serrat.

Pero en cuanto al desayuno Peña Nieto fue sobrio, porque no hay que rebasar el tope de gastos de campaña: plato de frutas surtidas, huevos revueltos, frijoles y papas con rajas.

Eso sí, les regalaron una rosa a cada una.

Hubo un momento en su discurso en donde su contrincante Andrés Manuel López Obrador parecía apoderarse del alma del priista. Se puso amoroso. Recordó el consejo de una mujer que le pidió que todo lo que haga sea con amor.

Cambió el tono de la voz: “al decirme que lo hiciera con amor, significa que cuando las tareas y metas se hacen con amor, realmente permiten que se hagan con sensibilidad, con el cuidado, la atención, el esmero.

Pero sobre todo buscando ser fieles intérpretes de quienes piden algo”.

¿Y entonces, por qué esos mensajes en Twitter?