Un paso hacia la justicia
Lorena Gutiérrez ha luchado por más de cuatro años para que el feminicidio de su hija Fátima sea esclarecido, con la restitución del juicio espera que las personas implicadas sean juzgadas
Montserrat SánchezMás de cuatro años han transcurrido desde que Fátima fue víctima de feminicidio. Lorena, madre de la niña, aún exige justicia por su caso.
La familia de Fátima denuncia haberse enfrentado a las omisiones y revictimización de las autoridades así como a amenazas de muerte con tal de poder ver a los responsables tras las rejas
De las tres personas imputadas por el feminicidio, solamente dos tienen sentencia. Pero, con la reciente reposición del procedimiento, los familiares de la niña esperan que la autoridad cumpla y garantice castigo a los culpables.
El jueves 5 de febrero de 2015 se truncaron los sueños de Fátima, quien con tan solo 12 años y ocho meses, fue víctima de violación y asesinato cuando se dirigía hacia su casa.
“Mi niña salía de la escuela y llegaba a casa a las tres, 40 minutos más tarde nos preocupamos y salimos a buscarla, ahí empezó la pesadilla. Encontramos a mi hija semi enterrada, la mataron cuando le lanzaron tres piedras, una de 36 kilos y dos de 32. A mi Fátima la matan cuando ya no tuvo fuerzas para seguir luchando contra ellos tres”, recuerda Lorena.
Lorena, de 50 años, afirma que jamás va a poder olvidar ese día, aquel en que a toda la familia les arrebataron un pedazo de vida.
“Encontré su cuerpo en una zona boscosa, detrás de la casa de ellos como a 60 metros de la carretera Naucalpan-Toluca, nosotros vivíamos en la parte alta de la montaña en el municipio Lerma, Estado de México. Ninguna niña debería de morir así, a nadie le deberían de mostrar tanta saña como a mi nena”, relata la madre.
A Lorena no deja de causar sorpresa que fueran vecinos de la comunidad quienes hayan arremetido contra la vida de su hija, esa niña que ni siquiera les hablaba y si lo llegaba a hacer era de cortesía, un saludo y nada más.
“Yo conocía a los hermanos Misael y Luis Ángel (imputados por el feminicidio), a veces eran invitados a las fiestas de mis sobrinos, era lo normal en un pueblo, eran compañeros de la escuela de uno de mis hijos, conocían a Fátima desde que nació pero el tercero, José Juan, él tenía poco de haber llegado a la colonia, jamás imaginamos lo que llegaría a hacer”, agrega.
La mamá de Fátima se aferra al ritmo de su voz, parece que si deja que esta se le quiebre ella también lo hará, por ello continúa de corrido con el relato sobre cómo no solo se tuvo que enfrentar al dolor de perder a su hija sino también a las omisiones de las autoridades.
Una de esas omisiones fue el hecho de que la autoridad no contaba con los instrumentos necesarios para practicar pruebas genéticas al cuerpo de la niña y así tener una mayor certeza de quiénes fueron sus agresores.
Resolución a medias
Otra de las batallas a las que se enfrentó la madre de Fátima fue a una mala impartición de justicia.
“El 8 de junio de 2017 dejan libre al tercer asesino de mi hija, lo liberan a pesar de todas las pruebas y las declaraciones de los vecinos que vieron a los tres en el lugar del crimen. De esta manera, solo sentencian a Luis Ángel a 73 años y 8 meses de prisión”, comenta Lorena.
De acuerdo con la madre, para el segundo implicado, Misael, se liberó desde febrero de 2015 ya que para el Poder Judicial del Estado de México no hubo pruebas suficientes para vincularlo a proceso además de que era menor de edad cuando supuestamente cometió el crimen.
“En ese entonces él tenía 17 años, para los magistrados de menores no fue suficiente que él haya salido corriendo con la mochila de mi hija en las manos, que yo haya corrido tras de él, nada de eso bastó para condenarlo. No lo entiendo, ellos sí tienen derecho de matarnos a nuestras hijas, lo bueno es que fue recapturado 15 días después de que sentenciaron a su hermano pero justamente dejaban en libertad al tercero, es como si me dijeran, ya tiene a dos en la cárcel, ya confórmese”, expresa.
La sentencia a la que se enfrenta Misael es de cinco años, pero según las autoridades, no la va a poder cumplir en el tutelar porque él habría estado implicado en el feminicidio siendo menor de edad por lo que solamente va a estar tres y podrá salir en 2020 y ya no podrá ser juzgado nuevamente por el caso.
Lorena lamenta que las autoridades actúen bajo corrupción, ineptitud y omisión, dice que debido a esto, las familias se enfrentan a una peregrinación de justicia que no deberían, los orillan a tocar puertas que muchas veces les son cerradas en las narices.
Sin embargo, el Estado no solo le debe justicia por el feminicidio de su niña, sino también protección para ella y su familia.
“Familiares del tercer implicado me amenazaron de muerte dentro de la sala de audiencia, me dijeron que ya había firmado mi sentencia, levanté mi denuncia y se me dijo que las amenazas en el Estado de México no procedían hasta que me pasara algo”, añade.
A pesar de eso y del acoso escolar que sufrieron sus hijos, haber baleado su primera casa y amenazar también a su esposo, Lorena tiene claro que nada la va a detener en este camino de lucha y debido a su perseverancia es que ahora ha dado un paso más.
“Esta persona presentó videos en los que se pretendía demostrar que se encontraba en otro lugar el día y la hora de los hechos, pero yo sabía que se trataba de un circo, por eso presentamos un amparo para ordenar la reposición del procedimiento”, explica Lorena.
En un comunicado emitido por el Observatorio Ciudadano Nacional de Feminicidio (OCNF), se explica que en los nueve meses que duró la reposición la familia logró reunir elementos para demostrar que los videos carecían de credibilidad.
Además, se comprobó la inexistencia de los archivos originales, se mostró que estos pudieron ser manipulados por lo que en la pasada audiencia intermedia celebrada el 7 de junio, el juez ordenó la exclusión del material bajo el argumento de que no son suficientes para ser incorporados en la etapa del juicio oral.
Con el material probatorio que ya existe se contaría con elementos suficientes para demostrar la responsabilidad de la tercera persona imputada.
María de la Luz Estrada, coordinadora del OCNF, detalló en entrevista que en México se tiene el problema de la clasificación de feminicidio infantil y tienen la mirada de que solo se comete contra mujeres adultas, aun cuando una niña fue víctima de las violencias y lesiones que se siguen bajo un protocolo de investigación en estos casos.
“Se tiene que incluir la perspectiva de género con las niñas y menores de edad, tienen que revisar las razones por las cuales las mataron, la restitución del juicio también plantea esta obligación para los jueces”, expone Estrada.
Para Lorena, avanzar este paso no significa estar agradecida con la autoridad.