‘Un retroceso autoritario’

Martí Batres dice que con mucha anticipación previnieron que se trataba de una contrarreforma y que no les creyeron. 

Que algunos dijeron que la reforma en telecomunicaciones supondría la democratización de los medios de comunicación. 

Que otros incluso “se volaron la barda” afirmando ésta supondría “la segunda caída del Muro de Berlín… la segunda Revolución mexicana, cosas muy extravagantes, muy exageradas”.

Sin embargo, considera,  la reforma en telecomunicaciones es un retroceso autoritario que forma parte de varios más que acontecen “en esta época de neoporfirismo”.

Charla con Reporte Indigo en la víspera de la marcha #NoMásPoderalPoder que mañana se realizará como parte de las movilizaciones masivas que en defensa de la libertad y acceso a Internet.

A partir de las 11 de la mañana de este 26 de abril se formará una extensa cadena humana desde las inmediaciones de la residencia oficial de Los Pinos hasta las instalaciones de Televisa Chapultepec. 

El dirigente nacional del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) aprovecha para hacer un recuento de las otras contrarreformas de la nueva era neoporfirista:

“Ahí está la reforma energética para entregar la riqueza petrolera a las compañías extranjeras; ahí está la reforma para que los extranjeros puedan adquirir tierras en playas y fronteras (cuando) antes no podían hacerlo; ahí está la reforma laboral para poder despedir fácilmente a los trabajadores o contratarlos por hora; ahí está la reforma educativa para despedir fácilmente a los trabajadores de la educación; ahí está la reforma hacendaria para aumentar los impuestos”.

Batres afirma que la reforma de telecomunicaciones fue ideada “para comprar los medios de comunicación y para proteger al monopolio de la televisión, para evitar que haya pluralidad en la televisión y para cercenar y restringir los espacios libres que existen actualmente en las redes de la Internet”.

Cuestionado sobre el rol de los legisladores perredistas que, a favor de los intereses del empresario Carlos Slim, se oponen a las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, se limita a responder:

“La telebancada actualmente abarca prácticamente a todos lo partidos. Ya son como 590 legisladores, más o menos, por eso el valor de la opinión de Morena”. 

Según el ex secretario de Desarrollo Social del GDF esta fuerza política que está en vías de conseguir su registro como partido es “la única oposición que existe en nuestro país”.

“Desafortunadamente el PRD se rindió y apoyó las reformas estructurales de Peña Nieto”, agrega.

Por otra parte, considera que el problema actual de las izquierdas electorales no es que estén divididas “sino que no se mantengan las posiciones, las posturas”.

Si la reforma telecom se aprobara…

Morena se ha sumado a la crítica generalizada en redes sociales que con el hash tag #EPNvsInternet el 23 de abril se volvió un trend topic a nivel mundial. 

Un día antes, Andrés Manuel López Obrador, presidente del Consejo Nacional de Morena, publicó en su cuenta de Twitter:

“Sería el colmo que censuraran el internet. ¿Qué acaso no les basta el control omnímodo que ejercen sobre los medios comunes de información?”

Morena insertó un aporte a la campaña masiva que denuncia los riesgos de coartar las libertades de Internet con un video donde la diputada María Luisa Alcalde relata una situación hipotética “Si la reforma telecom se aprobara…”

Se concluye se atentaría contra el derecho de navegar de forma privada y segura en las redes abriendo la puerta a injustificadas represiones por parte del Estado.

No es casual que a la joven legisladora se le ha visto acompañando como es común a Batres en las conferencias de prensa donde el presidente de Morena ha señalado que disfrazada de progresiva la reforma en puerta constituye un retroceso antidemocrático y autoritario:

“Se atenta contra la sociedad civil, se atenta contra los jóvenes, se atenta contra los únicos espacios libres que persisten y por otro lado se busca perpetuar el monopolio televisivo para poder perpetuar al PRI en el poder”.

Martí Batres deplora que se busque inhibir el uso de Internet cuando ahí radican únicos espacios donde se cuenta con cierta libertad. 

Y, como muchos, condena los mecanismos policiacos de vigilancia que podrían ir en contra del ciudadano común que utiliza las redes.Ahí está la reforma energética para entregar la riqueza petrolera a las compañías extranjeras (…) ahí está la reforma laboral para poder despedir fácilmente a los trabajadores (…) ahí está la reforma hacendaria para aumentar los impuestos”