Fueron cinco años de investigación y 10 mil fotografías analizadas para dejar solo 300, de las cuales 150 son inéditas y constituyen un balance de lo que fue, es y será el movimiento estudiantil de 1968.
Se trata del libro “Ensayo sobre el movimiento estudiantil de 1968. La fotografía y la construcción de un imaginario”, del investigador del Instituto Mora del Conacyt, Alberto del Castillo Troncoso.
A 45 años de distancia, el historiador rememora episodios de ese hecho histórico, tomando como base las tomas publicadas en diarios y revistas de la época.
Pero también, las no publicadas, incluso, forman parte de archivos de fotógrafos independientes que en su momento no se dieron a conocer, como el trabajo de Rodrigo Moya.
“Moya es uno de los más importantes fotoperiodistas, pues trabajó algunos de los episodios importantes de la historia del país, cubrió el movimiento y guardó celosamente sus negativos durante cerca de 40 años”´, dice del Castillo.
En este balance fotográfico se incluyen testimonios orales de artistas de la lente muy destacados en 1968, como Héctor García, fallecido recientemente, Daniel Soto, quien trabajó para El Universal, y Aarón Sánchez, de Excélsior.
Sus testimonios, explica a Reporte Indigo el investigador, forman parte de la obra porque rescatan su visión.
Las pistas fotográficas son la aportación principal del libro por sus hallazgos, pues ofrecen diferentes escenarios para el análisis del movimiento.
A diferencia de la mayor parte de los libros de investigación histórica tradicional, que le dan prioridad al documento escrito, en este caso las imágenes ayudan en la construcción del imaginario.
Muchas de estas fotografías, menciona el investigador, sirvieron para fincar responsabilidades legales en contra de los protagonistas del movimiento, y hoy constituyen novedosos registros documentales.
Este volumen representa una referencia obligada para el estudio de uno de los capítulos más relevantes de la historia contemporánea de México y América Latina.
Las imágenes que conforman el libro provienen de los acervos de los servicios de inteligencia del Estado, de la Secretaría de Gobernación y del Departamento del Distrito.
“El movimiento del 68 ya se convirtió en la piedra angular del sistema político mexicano que estamos construyendo en las últimas décadas”, dice.
En el siglo 20 fue la Revolución Mexicana que dio lugar a todo un ciclo politico, pero en los últimos 40 años, el movimiento estudiantil es el punto de quiebre para la formación de un nuevo sistema político nacional.
“Se está convirtiendo, rápidamente, en memoria oficial”, sostiene Del Castillo Troncoso.
Las fotos hablan
El libro, editado por el Instituto Mora y el de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM, es una narración con imágenes desde la primera represión de estudiantes en el Centro Histórico y el bazucazo contra la Preparatoria 1.
La foto de la portada de la obra, dice, forma parte del discurso político sobre la quema del gorila de carton por estudiantes de la UNAM y el Poli el 13 de agosto de l968, en protesta por las redadas de entonces.
El simio, recuerda el autor, ejemplifica al entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz, pues los estudiantes se referían a él de esa forma.
Le siguen la marcha que encabezó el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, la instalación del Consejo Nacional de Huelga, las marchas multitudinarias del 13 y 27 de agosto, la ocupación de Ciudad Universitaria y del Instituto Politécnico Nacional, y finalmente los hechos del 2 de octubre.
Todas las fotos que se presentan en el volumen traen contexto y ficha explicativa de cuándo y dónde ocurrió, quién es el autor y la relación con el hecho histórico.
“Les pusimos su contexto para que este balance dé una realidad integral de lo que sucedió, es decir, construimos su entorno”.
En el trabajo se hicieron varios hallazgos: lucha simbólica que tuvieron los estudiantes con el Estado mexicano por las imagenes.
“Los educandos reivindicaron sus ideales a través de personajes como Zapata, Villa o el ‘Che’ Guevara; mientras el Estado estableció que el régimen es el único heredero de la Revolución Mexicana y sus personajes, y quienes se oponen a ello son traidores a la patria”.
En el libro se presentan secuencias de cómo llegan los jóvenes a la Plaza de Toros, organizan su mitin; ahí están sus rostros, sus gestos.
“Un acercamiento a este grupo que no se había publicado”.
También se incluyen las fotos de la persecución contra estudiantes que hicieron los militares después del mítin del 27 de septiembre de 1968 y que fueron tomadas, entre otros, por Manuel Gutiérrez, “mariachito”.