En seis meses, toda persona que quiera abrir una empresa podrá hacerlo en un día y a cero costo.
Impulsada desde la sociedad civil y apoyada por el senador Ernesto Cordero y otros legisladores, ahora los cambios a la Ley General de Sociedades Mercantiles permitirán eliminar la tramitología para crear una nueva empresa.
Un año después de que un grupo de estudiantes y maestros de la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tecnológico de Monterrey y miembros de la Asociación de Emprendedores de México presentaron la idea a los senadores, la norma se votaba en la Cámara Alta.
“Nos parece una gran idea, nos parece que estos chavos habían hecho la tarea, habían traído básicamente un proyecto de ley con articulado que nos dejaron.
“Sin ser esto una iniciativa ciudadana en el sentido estricto, donde se tienen que recabar las firmas, esto es claramente una iniciativa que viene de los ciudadanos, que viene de los empresarios jóvenes”, celebró Cordero, senador del PAN.
El documento con la propuesta fue entregado a los senadores Cordero (PAN), José Yunes (PRI), Zoe Robledo (PRD) y Héctor Larios (PAN), y entre los cuatro decidieron presentarlo al Senado.
Aunque al principio parecía una propuesta audaz, en negociaciones directamente con el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, y con Rocío Ruiz, subsecretaria de Competitividad y Normatividad de esa dependencia, se fue puliendo el proyecto.
La reforma principal a la Ley de Sociedades Mercantiles es la creación de una nueva figura de societaria: la Sociedad por Acción Simplificada (SAS).
A este esquema podrán inscribirse empresas que facturen menos de cinco millones de pesos. La conformación y el registro se harán en línea, por lo que se evitarán los trámites en las dependencias de gobierno.
“Tú te vas a meter, con quien decidas asociarte -una vez que tengas ya el nombre de tu empresa y tu FIEL (Firma Electrónica Avanzada) de persona física-, en tu computadora te vas a meter a un sitio de la Secretaría de Economía y ahí vas a decir cómo se llaman, quiénes son los socios, y de inmediato el sistema va a generar tres machotes de actas constitutivas.
“Tú y tus socios van a elegir cuál es el que más les gusta, el que más se acomoda a sus necesidades, lo firmas, lo llenas con tus datos, lo firmas con tu FIEL y lo regresas al sistema. El sistema te va a regresar el acta constitutiva ya firmada, completamente vigente y válida, para que continúes con los trámites de formación de la empresa”, explicó el congresista.
Inmediatamente después, la nueva empresa debe ser anotada en el Registro de Comercio, en línea; y después al SAT para recibir el RFC para persona moral. Todo en el mismo día y sin costo.
Con estos pasos, los empresarios evitan presentar hasta más de 15 veces los mismos documentos en diversos trámites; y se anula la obligación de que el acta constitutiva sea firmada por un notario público –lo que implica un ahorro de varios miles de pesos-.
“Yo creo que es muy innovador y lo más rescatable de esto es que sí va a ser posible abrir empresas en un día, a cero costo, y sí le vamos a dar un impulso a los emprendedores.
“Pero también va a tener otras ventajas. Gente que está haciendo actividad empresarial en la informalidad, esto es una oportunidad, una invitación a que se formalicen, a que se hagan las cosas como deben hacerse”, apuntó Cordero.
Sin embargo, el cambio total todavía no está terminado. Falta legislar para que los trámites locales, ante estados y municipios, también sean simplificados, así como gestionar con los bancos que la apertura de cuentas o chequeras sea lo más rápido posible.
Además, se tiene que trabajar en nuevas reglas para cerrar empresas, pues aunque abrirlas será muy fácil, terminarlas todavía es un proceso burocrático largo.
Esta nueva medida ubica al país a la vanguardia en la materia de normatividad. En América, solo Chile y Colombia utilizan esquemas similares.
La entrada en vigor de la nueva norma ocurrirá en seis meses, tiempo en el que el Gobierno federal debe trabajar en el esquema informático para llevar a cabo las inscripciones.