Con el anuncio de que el proceso legislativo para la discusión y aprobación de la Reforma Energética se pospondrá hasta el 15 de abril del próximo año, se abre la puerta para que la polémica iniciativa del Gobierno federal, que prioriza la energía eléctrica generada por la CFE sobre la de particulares, cambie de rumbo e incorpore a todos los sectores involucrados.
El plazo se alargó luego de una ola de críticas contra la iniciativa. La principal de ellas y la que encendió las alertas del Gobierno federal, de los legisladores de Morena y del sector energético del país, provino de la Embajada de Estados Unidos en México.
“Sostuve hoy importantes reuniones con el Gobierno de México para hablar sobre la Reforma Energética. Quiero aprender más sobre el ímpetu de esta reforma constitucional. Expresé serias preocupaciones de Estados Unidos. Nos comprometimos a continuar el diálogo sobre este crítico asunto los próximos días”, dijo el embajador Ken Salazar el pasado 3 de noviembre.
La preocupación del diplomático se dio luego de que el Departamento de Energía de Estados Unidos alertara sobre un aumento de hasta el 65 por ciento de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país en caso de aprobarse la Reforma Energética.
Además, la discusión de la polémica iniciativa mexicana ocurre al mismo tiempo que los líderes mundiales se reúnen en Glasgow, Escocia, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP26) para comprometerse a disminuir la producción y uso de combustibles fósiles y aportar más a las energías limpias.
Especialistas y políticos consultados por Reporte Índigo coinciden en que este aplazamiento es tiempo que se gana para involucrar a todos los sectores en la construcción de una Reforma Energética más integral, amigable con el medio ambiente y con visión de futuro.
Aplazamiento de la Reforma Energética y ‘simulación’
Después de la ola de críticas contra la reforma y de que tras la discusión de la Miscelánea Fiscal Morena perdiera el respaldo del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en el Congreso de la Unión, diputados del partido en el poder y sus aliados acordaron concluir la aprobación de la iniciativa, incluyendo ambas cámaras y por lo menos 17 congresos locales, a más tardar el 15 de abril.
Los legisladores además insistieron en que la prioridad legislativa en estos momentos sería aprobar el Presupuesto de Egresos de la Federación antes del 12 de noviembre, mientras tanto, realizarán un Parlamento Abierto en todo el país para analizar la iniciativa.
Al respecto, el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, Manuel Rodríguez González, aclaró que el 15 de abril concluirá el proceso legislativo, pero en la Cámara baja la reforma se discutirá en el actual periodo ordinario de sesiones, es decir, antes del 15 de diciembre de este año.
Para el especialista en temas legislativos y fundador de Buró Parlamentario, Sergio Bárcena, estamos en un escenario similar al de 2013. Año en el que la administración de Enrique Peña Nieto aprobó la Reforma Energética a cambio de posponer la discusión por la aprobación del presupuesto para 2014.
“Morena necesita del PAN o del PRI para poder aprobar la reforma constitucional. Cuando el PRI estaba dudoso en si respaldarla o no, Morena le dio todos los incentivos para oponerse a la reforma porque en la discusión de la Miscelánea Fiscal estuvieron muy cerrados, no admitieron nada, ninguna reserva, ni ninguna observación.
“En 2013, el PRI se abrió a la negociación en el presupuesto y no dejó cerradas todas las puertas, por eso se pudo aprobar la reforma. Ahora, Morena cerró todas las puertas y es muy probable que por eso necesite más tiempo”, argumenta.
De acuerdo con el especialista, otro de los motivos por los cuales reculó Morena y amplió el tiempo de la aprobación de la iniciativa de reforma, fue la presión internacional, principalmente de Estados Unidos.
Con este aplazamiento, Bárcena explica que estamos ante una oportunidad para realizar un verdadero Parlamento Abierto, que se escuchen a todas las voces y que no solo sea una simulación como ha ocurrido durante la discusión de otras reformas constitucionales.
“En México, sobre todo los legisladores, hemos entendido incorrectamente el término Parlamento Abierto. Piensan que basta con solo invitar a uno o dos especialistas a que den su opinión. Pero en realidad es mucho más, es abrir la discusión en los medios, en las redes sociales, que los ciudadanos podamos tener toda la información de manera directa y proponer. El Parlamento Abierto otorga legitimidad a las decisiones”, señala.
Finalmente, el especialista cree que este escenario es poco probable ya que en los congresos en los que existe un partido mayoritario se ha demostrado que el Parlamento Abierto solo sirve para simular.
“En realidad siempre se impone una mayoría que finge escuchar a los especialistas y a la sociedad civil en general. El Parlamento Abierto termina solo como un ornamento.
“Estamos ante una buena oportunidad si se retrasa la discusión en la Cámara de Diputados para abrir más canales. Si no se retrasa, todavía nos quedan sesiones en el Senado y en los congresos locales”, concluye.