El sueño de Agueda de la Vega de realizar una maestría en la Universidad de Tel Aviv, en Israel, está en riesgo de no consolidarse por la suspensión que la UNAM realizó a los trámites de titulación durante la pandemia.
“Este deseo nació en la universidad a raíz de estar tan cerca de todo el intercambio de ideas, de poder constatar que las investigaciones trascendentes son internacionales e interdisciplinarias, es decir, no son de un país, ni de una sola disciplina”, menciona.
El año pasado, Agueda realizó una estancia de investigación en esa institución de educación superior y ahí surgió su lucha por continuar su preparación en ese país.
Tras dos meses de trámites fue aceptada, pero no pudo aplicar a una beca Conacyt debido a que no cuenta con su título todavía; aunque explicó su situación a través de una carta no fue suficiente.
Su beca cubre la matrícula y además tiene la opción de trabajar dentro de la universidad como ayudante de investigador, por lo que lamenta que su plan se vea interrumpido por la falta de su diploma.
“Sería muy feo, porque no pude aplicar a la beca en mi país y ya lo solucioné, pero aún así estoy en riesgo de perder lo ganado”, dice.
Andrés Ordorica Fernández, egresado de la Facultad de Química, está en una situación similar.
Él fue aceptado en un posgrado en la Universidad de Vanderbilt, Estados Unidos, y la beca también la consiguió en esa misma institución para cubrir su matrícula.
“Como asistente puedes ganar lo suficiente para vivir. Sin embargo, a pesar de que ya resolví esa parte no puedo arreglar lo del título, tengo meses tratando de arreglarlo y es muy frustrante el toparse con paredes en todas partes de la administración de la UNAM”, dice el joven que estudió Ingeniería Química.
Andrés menciona que conoce a quienes también han perdido oportunidades laborales porque están de becarios y no han sido contratados por falta del título.
“Esta situación de incertidumbre se vuelve peor porque no tienes nada definido: no eres ni estudiante, ni egresado y no sabes cuánto va a durar la pandemia; y sé que otras instituciones aunque no sean públicas, instituciones privadas, han hecho más eficiente la obtención del título y yo creo que eso sí nos pone en desventaja”, dice.
Ayudas estancadas por titulación
Los egresados que quieren continuar sus estudios de posgrado en el extranjero no son los únicos afectados por la falta de un título universitario, también lo son quienes tienen previsto hacerlo en México.
Carlos Hernández, de la Facultad de Ingeniería de la UNAM, tiene una beca para realizar estudios de maestría en el Tecnológico de Monterrey que está en riesgo.
Él menciona que ya realizó todos sus trámites y lo único que necesita es recoger su título, pero no lo puede hacer porque los procesos de la DGAE de la UNAM están todavía suspendidos.
“Ese trámite me está atorando porque es nada más llegar a la DGAE y ‘ten tu título’ y que me digan ‘ahora arréglate con la SEP para la cédula’”, comenta.
Además también le afecta en lo laboral, porque aunque tenga más experiencia que otros competidores, al no contar con este diploma muchas veces no lo contratan, señala.
Jorge Mendoza, egresado de la Facultad de Derecho, relata que debido a la tardanza en su trámite de titulación desistió en buscar una beca para estudiar un posgrado.
“No tengo título y la fecha de examen profesional también me la cambiaron, primero para diciembre y luego para enero, entonces al no tener ninguna certeza tampoco puedes pedir a otras universidades una beca”, agrega.
La historia se repite
Hace más de 20 años, Viviana Mondragón no pudo tener la oportunidad de hacer una estancia en el extranjero debido a la huelga de 1999 de la UNAM.
“Yo quería participar en un programa de movilidad estudiantil para hacer un semestre en la universidad de McGill, en Canadá, pero no flexibilizaron la convocatoria, de tal forma que mi generación y la que seguía no tuvimos forma de cumplir con los requisitos y créditos necesarios”.
Ahora, Viviana Mondragón es maestra en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales (FCPyS) y acusa que es lamentable que se pierdan oportunidades por situaciones ajenas a los estudiantes.