Tras los intensos sismos que sacudieron distintas partes del país durante el mes de septiembre, se espera que los seguros para vivienda se incrementen durante este 2018, de acuerdo con estimaciones de la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS).
Cifras oficiales muestran que sólo el seis por ciento de las vivienda del país cuentan con seguro voluntario, pero se espera que este número se disparé durante el primer trimestre del año.
Actualmente, el porcentaje de aseguramiento de vivienda en México es del 26 por ciento, sin embargo, el 20 por ciento corresponde a inmuebles hipotecados, pero una vez que terminan que pagar, los nuevo dueños no renuevan esta protección.
Distintas entidades del país, entre éstas la Ciudad de México, se encuentran en una zona de alta actividad sísmica, sin embargo, la contratación de seguros para vivienda no es obligatoria como en naciones con condiciones similares, tales como Chile.
Los sismos del 7 y 19 de septiembre dejaron un saldo de poco más de 180 mil viviendas dañadas, de las cuales más de 50 mil tienen daño total.
Aunque la AMIS no cuenta todavía con cifras del incremento en seguros para vivienda, tienen la certeza que estos han aumentado, por el número de asesorías que brindaron tras los sismos.
Los seguros para vivienda se calculan con base en el tamaño de la propiedad, así como de los riesgos a los que está expuesta.
Estos seguros puede oscilar entre los mil 500 y los seis mil pesos anuales por cada millón de suma asegurada, dependiendo de la aseguradora.
Un seguro de daños, ya sea para un edificio, un local o una vivienda puede cubrir las instalaciones fijas y los contenidos de estos.
Esta clase de cobertura ampara al cliente ante daños ocasionados por terremotos, inundaciones, huracanes, granizadas o nevadas.
La preocupación de la AMIS es que esta clase de seguros se dispare durante este año, pero no sean renovado el siguiente año o, paulatinamente, se dejen en el olvido.
La AMIS señala que la contratación de un seguro de daños debe ser de por vida, pues nunca se sabe en que momento una vivienda se pueda ver afectada por un desastre natural.