La Suprema Corte de Justicia de la Nación declaró ayer inconstitucional la Ley de Seguridad Interior (LSI), pero éste fue un triunfo amargo para las organizaciones y ciudadanos que impulsan sacar de las calles a las Fuerzas Armadas dedicadas a tareas de seguridad pública.
¿La razón? A pesar de que ganaron la batalla legal contra la LSI, ahora preparan una nueva cruzada contra la conformación de la Guardia Nacional anunciada el miércoles por el presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, y su gabinete de seguridad.
Y es que el próximo presidente busca acabar de raíz con el problema de la ilegalidad de la presencia militar en las calles reformando la Constitución Política, para que no ocurra lo que pasó ayer con la LSI, que fue declarada inconstitucional.
Activistas, académicos y opositores criticaron que se pretenda continuar con la militarización de las tareas de seguridad, a pesar de que en campaña e incluso en los primeros días del periodo de transición el propio presidente electo habló sobre su intención de hacer de las Fuerzas Armadas un ejército de paz.
“Se va a hacer todo un plan para regular el uso de la fuerza, una reconversión a través de lo que llama ‘Ejércitos de Paz’ para el respeto de los derechos humanos”, dijo López Obrador en una reunión con legisladores de Morena el 7 de septiembre pasado.
Un mes después, una vez que se delineaba ya retomar la idea de la Guardia Nacional, dijo que ésta actuaría como un ejército de pacificación.
“Vamos a conformar una organización para garantizar la seguridad interior y la seguridad pública, pero sin violar los derechos humanos. Una guardia civil que no sustente su acción en el uso excesivo de la fuerza, que respeten los derechos humanos, va a ser como un ejército de paz.
“La palabra ‘guerra’ va a quedar descartada por completo. No queremos en México la guerra de ningún tipo”, dijo el 3 de octubre, en Acapulco, Guerrero.
Sin embargo, sus críticos aseguran que la Guardia Nacional no funcionará como un ‘ejercito de deguerra, no depaz paz. En el Plan Nacional de Paz y Seguridad 2018-2024 no ven un plan de pacificación, sino uno para continuar la guerra.
PAN y PRI aplauden rectificación
El equipo del gobierno electo y los legisladores de su partido, Morena, tienen prisa en aprobar las reformas a la Constitución Política mexicana para que el esquema legal de la Guardia Nacional esté listo, si es posible, para el 1 de diciembre.
Mario Delgado, coordinador de los diputados de Morena, afirmó que el próximo martes presentarán la iniciativa para la creación de la Guardia Nacional.
Se trata de modificaciones a la Carta Magna para crear el nuevo cuerpo de seguridad y que pueda comenzar a funcionar en los primeros días del gobierno de Andrés Manuel López Obrador; pero también para que puedan asignársele recursos en el Presupuesto de Egresos del 2019.
“Este nuevo agrupamiento tendrá labores de seguridad pública y será auxiliar del Ministerio Público. Tendrá una capacitación también importante en materia de seguridad pública, en materia de derechos humanos”, expuso Mario Delgado
La medida fue vista por sus opositores como hacer un traje a la medida del nuevo cuerpo armado que pretende conformar López Obrador y que continuará con la militarización de las tareas de seguridad.
Verónica Juárez Piña, vicecoordinadora de la bancada del PRD en la Cámara de Diputados, acusó que el plan de pacificación presentado por el gobierno electo es una mera simulación.
“En los hechos no hay nada nuevo, los militares seguirán en las calles, no habrá retiro ni a corto ni mediano plazo, sino al contrario, sigue la militarización de la seguridad pública. Nada nuevo: las policías naval y militar realizan estas funciones desde el 2013”, señaló Juárez Piña en entrevista.
Para Marko Cortés, presidente nacional del PAN, la presencia de las Fuerzas Armadas en las calles debe ser solo subsidiaria, cuando los gobiernos estatales la soliciten, y apuntó que se trata de una contradicción de López Obrador en su discurso.
“La creación de la Guardia Nacional, conformada por miembros de las Fuerzas Armadas, es una contradicción más del presidente electo. Esta determinación es muy riesgosa.
“Hemos afirmado que la participación de nuestro Ejército y Marina en tareas de seguridad, es necesaria e indispensable, porque son las instituciones que gozan del mayor prestigio social. Sin embargo también pensamos que debe ser de manera subsidiaria y temporal”, comentó en entrevista
Para René Juárez, coordinador de los diputados del PRI, la decisión del presidente electo López Obrador y su equipo demuestra que el presidente Enrique Peña Nieto tomó una buena determinación cuando decidió también apoyarse del Ejército y la Marina para realizar tareas de seguridad.
“El presidente rectifica y dice que la realidad, esta terca realidad que nos alcanza siempre, hace que él modifique su visión de lo que él pensaba deberían de hacer las Fuerzas Armadas y ya no se van a regresar a los cuarteles”, dijo.
“Ahora vemos, que al contrario, van a tener una función fundamental en el combate a la inseguridad y en la generación de condiciones de gobernabilidad, ¡qué bueno! Eso quiere decir que Enrique Peña Nieto no estaba tan equivocado”.
Perpetuar la violencia
En las redes sociales académicos, activistas y organizaciones de la sociedad civil criticaron el plan de pacificación del gobierno electo que, desde su perspectiva, fomenta la militarización de las tareas de seguridad pública.
“Para el colectivo #FiscalíaQueSirva, la política de seguridad anunciada pretende reformar la Constitución para militarizar el país y las instituciones democráticas”, acusaron las organizaciones en una carta pública.
Alfredo Lecona, miembro del colectivo #SeguridadSinGuerra, criticó que la transformación de la estrategia de seguridad se trate de militarizar al país.
“Ni en los sueños más salvajes de @FelipeCalderón y @EPN se vieron con el poder de reformar la Constitución para perpetuar la militarización, como AMLO quiene para su Plan de Guerra y su #GuardiaNacional.
“Dejen de llamarle Plan de #PazySeguridad al Plan de Guerra de AMLO”, escribió Lecona en su cuenta de Twitter (@AlfredoLecona).
Alejandro Hope, experto en temas de seguridad, señaló que hay otros países donde existen cuerpos de seguridad como la Guardia Nacional, pero nunca sustituyen a las policías en sus labores.
“Si se le pretende dar a los militares un rol permanente en materia de seguridad pública, tendría que venir en paralelo una reforma a las fuerzas armadas que a) limite su ámbito de actuación, b) redefina su misión y c) fortalezca el control civil”, escribió en su cuenta de Twitter (@ahope71).
El reclamo contra el presidente electo es su cambio de discurso en cuanto a la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad y la forma en que pretende cambiar la Constitución para librar a la Suprema Corte de Justicia.