Hacer periodismo en Veracruz es jugarse la vida. Desde el 2011 a la fecha, 22 periodistas han sido asesinados. Este lapso comprende el gobierno de Javier Duarte, y el año con tres meses que lleva en funciones Miguel Ángel Yunes.
Organizaciones como Reporteros Sin Fronteras y Artículo 19 consideran a esta entidad como la región más peligrosa no sólo del país sino de toda América Latina para ejercer la labor de prensa.
El último de los homicidios en contra de comunicadores en Veracruz, es el de Leobardo Vázquez Atzin, quien fue asesinado el 21 de marzo pasado en su domicilio, ubicado en el municipio de Gutiérrez Zamora. El periodista era hasta ese momento administrador de la página de Facebook Enlace Gutiérrez Zamora, y había trabajado para los medios La Opinión de Poza Rica y Vanguardia.
En su informe “Veracruz: Los Periodistas Frente al Estado de Miedo”, Reporteros Sin Fronteras señala que en esta entidad “no pasa una semana sin que en nuestro despacho de Río de Janeiro tengamos noticias de amenazas o de agresiones contra periodistas (en México)”, lo que lleva a no ignorar lo que sucede en esta región.
Las estadísticas de los últimos años son una muestra de la difícil situación que se vive en este estado: “Veracruz es el lugar más peligroso del continente para los medios de comunicación, en un México que oficialmente no se encuentra en guerra, pero que padece desde hace décadas la violencia de los cárteles de la droga”.
En Veracruz, señala el informe de Reporteros Sin Fronteras, “la impunidad es tanta, que cerca de la mitad de las amenazas y agresiones a periodistas son responsabilidad de los mismos policías, a quienes nunca o casi nunca se les molesta por ello”.
Esta impunidad de los agresores es la misma que reconoce el periodista y antropólogo Miquel Pellicer Alapont, como la causa de la agresión a la prensa mexicana, porque dicen los agresores “saben que la vida de un periodista vale poco en México”.
“Sin periodismo no existe la democracia y sin democracia los países no avanzan en su desarrollo económico y político”, dijo Pellicer Alapont en entrevista con Reporte Indigo.
El también escritor del libro “La Comunicación en la Era Trump” expresó que “en contra de declaraciones como las que ha hecho esta semana Mario Vargas Llosa, quien dijo que mueren más periodista porque hay mayor libertad de expresión. Eso es indigno de un premio Nobel”.
Condiciones adversas
A las cifras de ejecuciones, agresión e intimidación hacia los reporteros, se suma un hecho silencioso: las condiciones laborales adversas en las que los periodistas tienen que ejercer su profesión, en donde el mayor punto de quiebre se encuentra en los bajos salarios que perciben la mayoría de los comunicadores.
“Casi el 90 por ciento de los que ejercemos el periodismo en Veracruz, a causa de los bajos salarios, tenemos que emplearnos en actividades económicas distintas; es la única forma que tenemos para seguir en el ejercicio, sin descuidar las necesidades económicas de nuestras familias”, mencionó en entrevista la periodista Xóchitl Nayeli Julio Flores, corresponsal en Tecolutla del Diario de Poza Rica.
El caso concreto es el reciente asesinato de Leobardo Vázquez, del que en primera instancia, la Fiscalía veracruzana se refirió a él, a través de un comunicado oficial, diciendo que “actualmente se desempeñaba como comerciante de comida”, lo que ocasionó la indignación del gremio, agrupado en la Red Veracruzana de Periodistas.
Esta no es la primera ocasión en que en Veracruz se trata de desvirtuar, en función de su labor económica secundaria, el trabajo periodístico de los agredidos; Pedro Tamayo, asesinado en 2016, tenía un puesto de hamburguesas; Moisés Sánchez Cerezo, ejecutado en 2015, a la par de periodista también era taxista, igual que Gumaro Pérez Aguilando, asesinado en 2017.
Julio Cesar Colín, del área de Protección y Defensa de Artículo 19, indica que la situación que se registra en Veracruz, de periodistas tratando de compensar sus ingresos por su labor periodística con actividades económicas secundarias, no es privativa de esta entidad, “es una situación que se generaliza en el todo el país, en donde hay precariedad (económica) por el modelo de negocio de los medios de comunicación”.
Esta situación, añade, resulta una suerte de parapeto para que las fiscalías, como es el caso de Veracruz, esquiven la presión social en la búsqueda de respuestas cuando se trata de agresiones, principalmente homicidios, contra los comunicadores, “los que no solo atentan contra la libertad de expresión sino contra la sociedad en general, a la que así se le aleja de su derecho a la información”, agrega Colín.
En aumento, periodistas bajo protección
En el estado de Veracruz, al igual que en el resto del territorio nacional, no existe un padrón oficial que indique cuantos periodistas son los que se encuentran en activo. Las cifras estimadas de la Comisión Estatal para la Atención y Protección de los Periodistas (CEAPP), que encabeza Ana Laura Pérez Mendoza, indican que en esta entidad son más de 8 mil los comunicadores que hacen posible el periodismo.
Ana Laura Pérez explicó que en Veracruz son 506 medios de comunicación los que se tienen registrados en la CEAPP, una de las cifras más elevadas si se toman en cuenta los únicos datos estadísticos que aporta al respecto la organización Colectivo Nacional Alerta Temprana de Periodistas y Defensores de Derechos Humanos, donde se señala que Veracruz es después del Estado de México, el estado con más periodistas y más medios de comunicación.
El índice de agresiones a los medios y periodistas en el estado de Veracruz se puede ver reflejado en las intervenciones que ha tenido que hacer la CEAPP para salvaguardar la libertad de expresión en la entidad.
Sólo en el 2017, mientras el mecanismo federal otorgó 82 medidas de protección para comunicadores en riesgo, en Veracruz se ofrecieron 288 medidas preventivas de protección, las que han sido el índice más bajo de medidas otorgadas en los últimos tres años, según lo dio a conocer la titular del CEAPP, Ana Laura Pérez.
Desde el 2013, año en el que fue creada la CEAPP, han venido en aumento las medidas preventivas y de protección que se ofrece a los comunicadores veracruzanos en riesgo; en ese año fueron 115 periodistas protegidos, en el 2014 la cifra aumentó a 285, en el 2015 se llegó al pico más alto con 482 periodistas bajo medidas cautelares, en el 2016 se protegió a 374 y en el 2017 fueron 288 los periodistas bajo resguardo oficial del gobierno de ese estado.