Entre los mexicanos hay poca cultura de la protección de los datos personales, lo que implica un problema, pues ahora, la información de una buena parte de los habitantes del país, estará todavía más vulnerable con la creación del Padrón Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil, que exige la entrega de datos biométricos de sus usuarios para el uso de dispositivos móviles.
Además de que sería muy cara la creación de una plataforma de este tipo y mantenerla actualizada, preocupa la forma en que el Gobierno federal podría blindar la información y asegurar que los datos no van a ser vulnerados por instituciones o grupos delictivos.
El viernes pasado, después de que el Senado de la República aprobara la creación de este padrón tras discutir la iniciativa de reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones y Radiodifusión, se publicaron las modificaciones en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
“Si nos aseguran que sólo las autoridades de seguridad y procuración de justicia son las únicas que van a utilizar esa información, estamos de acuerdo con tener ese tipo de iniciativas. Lo que nos preocupa es qué tanto se está asegurando el Gobierno de que esa base de datos no se va a compartir con instituciones privadas, porque ahí la identidad de las personas puede ser vulnerada y prestarse para cometer delitos”, explica Juan Pablo Jiménez, vicepresidente de ventas de OneSpan, empresa especialista en soluciones de identidad digital y antifraude.
Entre los diez datos que solicitarán para el registro de los celulares será fecha y hora de la activación de la línea telefónica móvil adquirida en la tarjeta SIM, nombre completo del usuario, nacionalidad, número de identificación oficial con fotografía y Clave Única de Población del titular de la línea, así como datos biométricos del usuario.
Además, el Instituto Federal de Telecomunicaciones será el organismo encargado de instalar, operar, regular y mantener el Padrón; así como de procurar su buen funcionamiento e intercambio de información con las autoridades competentes.
“No es la forma de lograr un padrón, no es la forma de tener un control en cuanto a seguridad. Nos estamos abriendo biométricamente sin la garantía de que tendrán bien resguardados nuestros datos”, explica Carlos Ramírez Castañeda, especialista en Derecho Informático y Ciberseguridad.
Empresas buscan protección de datos
Una empresa debe tener presente que la responsabilidad de proteger los datos de sus clientes es cada día más demandante y retadora, advierten especialistas.
El confinamiento por la pandemia de COVID-19, acercó más a las pequeñas y medianas empresas a las soluciones digitales para tratar de sobrevivir, por lo que tienen que empezar a explorar herramientas de protección de datos.
“Por más que las empresas tengan políticas claras de protección de información, si no las acompañan con la tecnología necesaria: no encriptan las bases de datos, no protegen la información teniéndola en zonas seguras, no sirve de nada.
“Cuando por alguna brecha de seguridad se comete algún robo de información y queda expuesta al público, puede ser utilizada para cometer fraudes o extorsiones, entre otros delitos”, señala el vicepresidente de ventas de OneSpan, Juan Pablo Jiménez,
Advierte que este tipo de fallas en los sistemas puede incluso provocar desconfianza en la reputación de las compañías, lo que también puede derivar en pérdidas económicas.
Señala que no existe una protección asegurada contra los ataques cibernéticos, por lo que recomienda contar con un esquema de capas para proteger la información.
Un reporte de PwC, una de las firmas de consultoría más reconocidas del mundo, señala que 60 por ciento de líderes de empresas aumentarán inversiones en ciberseguridad para el 2021.
La mejora del conjunto de habilidades de seguridad, tecnologías avanzadas para eficientar las capacidades de detección y defensa cibernética, así como cuantificar mejor los riesgos cibernéticos, serán los rubros en que se enfocarán los directivos de empresas mexicanas en los próximos años en materia de ciberseguridad, señala el reporte.