Ya hay Reforma Laboral
Tal como se esperaba, con la alianza PRI-PAN y la oposición de la izquierda, el Senado de la República aprobó en lo general, con 99 votos a favor y 28 en contra, la Reforma Laboral sin ningún cambio.
Se reservaron los artículos 371 y 373, así como el 389 bis y 390 para su discusión en lo particular.
PRI, PAN y Partido Verde avalaron en lo general las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo (LFT), en tanto que PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC) votaron en contra.
Georgina HowardTal como se esperaba, con la alianza PRI-PAN y la oposición de la izquierda, el Senado de la República aprobó en lo general, con 99 votos a favor y 28 en contra, la Reforma Laboral sin ningún cambio.
Se reservaron los artículos 371 y 373, así como el 389 bis y 390 para su discusión en lo particular.
PRI, PAN y Partido Verde avalaron en lo general las modificaciones a la Ley Federal del Trabajo (LFT), en tanto que PRD, PT y Movimiento Ciudadano (MC) votaron en contra.
Con esto el Senado aceptó la propuesta de los diputados para que se publiquen y promulguen sólo los artículos que fueron avalados por las dos cámaras. Ahora se enviará al presidente Felipe Calderón para su publicación.
La reforma establece nuevas modalidades de contratación, el trabajo por temporada, el pago por hora y los periodos de prueba, además de que prevé regular la subcontratación laboral.
Tras su aprobación, los senadores iniciaron la discusión en lo particular de cuatro artículos reservados: 371, 373, 389 bis y 390.
Los legisladores de izquierda rechazaron el contenido de la reforma argumentando que beneficia a los patrones pues suprime buena parte de sus derechos laborales.
Dolores Padierna del PRD reclamó a los líderes sindicales que les debiera dar vergüenza de ir a pedir el voto y traicionar a los trabajadores.
El coordinador priista Emilio Gamboa rechazó que pueda haber estallidos sociales por la inconformidad de gremios “es una reforma que cubre lo económico y, sin duda, lo social”.
Alejandro Encinas, del PRD, la calificó como el peor agravio que ha sufrido la clase trabajadora desde 1917. “Los trabajadores viven hoy el peor de sus días”, deploró.
Lamentó que “el PAN en la Cámara de Diputados no haya honrado su palabra. Parece que el coordinador del PRI pastorea un rebaño que va más allá de su bancada. Bueno, ya en el Senado los pastoreaba”.
La también perredista Alejandra Barrales acusó al Revolucionario Institucional de sólo defender a empresarios y a algunos líderes sindicales.
Y denunció que “los legisladores del PRI en la Cámara de Diputados se encargaron de que los trabajadores no pudieran defenderse.
“Lo hicieron por mala fe, porque con argumentos cantinflescos pretenden confundir a la ciudadanía”.
Manuel Bartlett, del PT, consideró que la reforma es una imposición y un proyecto patronal que rompe con el principio constitucional de equilibrio.
Se trata de un “atentado contra la justicia social en el país, pues los únicos que se beneficiarán van a ser los empresarios”.
Nadie podrá ocultar, prosiguió Bartlett, “que es una imposición de Felipe Calderón asociado con Enrique Peña Nieto, porque lo han dicho públicamente”.
En contraste, los senadores Javier Lozano y Raúl Cervantes, de PAN y PRI, respectivamente, festinaron la aprobación de la reforma.
Por último, Ernesto Gándara Camou, presidente de la Comisión de Trabajo del Senado, opinó que “no hay reforma perfecta, pero sí leyes perfectibles”.