Al cinco para las 12, a unas horas de que se den por clausurados los trabajos del periodo ordinario de sesiones y de que terminara el plazo legal de 60 días para emitir un dictamen sobre si se desaforaba o no al extesorero de Javier Duarte, Tarek Abdalá, los priistas decidieron que no podía hacerse tal dictamen. Resulta que los diputados de la Sección Instructora conocieron desde febrero que Tarek Abdalá tenía un amparo contra cualquier acción de la justicia, pero se lo mantuvieron calladito.
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