Un centenar de solicitudes de juicio político fueron desechadas en la Cámara de Diputados. Algunas ya sea porque los involucrados ya tenían más de un año fuera de su encargo y otros porque ya de plano eran más una anécdota que un interés real de justicia. Pero lo que llama la atención, y eso es lo que tiene que ir a juicio, es el procedimiento de los juicios políticos. Si se desecharon más de 100 es evidente que el sistema no está funcionando. ¿Habrán ya pensado en eso los legisladores? ¿O precisamente así le conviene a todo el sistema político mexicano?
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