Marcelo Ebrard no salió a dar la cara para explicar por qué prefirió ruedas metálicas en lugar de neumáticos para los vagones de la Línea 12 del Metro, a sabiendas de que su decisión podría poner en peligro la seguridad de los usuarios.
Tampoco el exdirector del Metro, Francisco Bojórquez, ha salido a explicar por qué no renunció a su cargo, prefiriendo quedarse a pesar de que sabía que la decisión de Ebrard era terriblemente costosa y peligrosa.
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