Hace un par de días circuló el rumor de que el general Javier del Real Magallanes dejaba su cargo de secretario de Seguridad Pública de Nuevo León.

Álvaro Ibarra, secretario General de Gobierno, tuvo que salir a desmentir la información que aseguraba que el militar era una baja de la administración del gobernador Rodrigo Medina.

Sin embargo, es el mismo militar quien está empeñado en propagar su salida cuando a todos sus amigos les revela que no está a gusto en Nuevo León.

Anoche se esperaba que quedaran definidas las comisiones legislativas de la Cámara de Diputados federal.

Hay tres legisladores de Nuevo León que amarraron presidencias de comisiones.

El priista Eloy Cantú se perfilaba para ocupar la presidencia de la Comisión de Relaciones Exteriores, mientras que Jorge Mendoza iba propuesto para presidir la de Defensa Nacional.

Por su parte el panista Arturo Salinas, jurídico del presidente nacional del PAN Gustavo Madero, tenía asegurada la presidencia de la Comisión de Fortalecimiento del Federalismo.

David Álvarez González, el nuevo subsecretario de Administración del Estado, parece ser el destinatario de aquella consigna que el gobernador Rodrigo Medina dijo haber lanzado a su gabinete.

Según contó Medina a Reporte Indigo, él giró la instrucción entre los funcionarios de que si un hermano, su papá o un amigo buscaba a algún funcionario para pedirle favores a nombre suyo, que lo mandaran ya saben a dónde.

Desde que llegó a su nuevo cargo, Álvarez González se la pasa utilizando el nombre del gobernador del estado entre proveedores y contratistas.

¿Quién tumbó a Chabeto?

El panista Luis Alberto García se perfilaba para convertirse en el próximo dirigente del PAN de Nuevo León.

El ex diputado local había hecho la tarea para conseguir los amarres necesarios entre los diferentes liderazgos.

Chabeto, como se le conoce al ex presidente del PAN de Monterrey, logró que su nombre transitara, tanto entre los panistas de la neocúpula como con los tradicionalistas.

Dice la gente que camina sobre la delgada línea roja, entre el bien y el mal, que la muerte de Heriberto Lazcano “El Lazca” trae a la raza –Los Zetas- muy ansiosa, por la manera en que deberán ponerse de acuerdo los mandos con el liderazgo de Miguel Ángel Treviño “Z-40”.

Que porque quien operaba como cabecilla ya era precisamente “El Z-40”, pero de todas maneras las jerarquías van a cambiar porque unos dudan de otros y hay muchos asegunes entre el grupo criminal.