Muchos se preguntan: ¿y por qué no se refleja en las encuestas –que en coro afirman que nada ha cambiado– el despertar de los jóvenes? Porque no hay manera de medir lo que apenas nace en el mundo interno. Lo creado en el reino de los sueños es real, hasta que se manifiesta en el mundo de la forma. Somos un sueño original que se está despertando a sí mismo. Un sueño de grandeza y sabiduría. Hoy México es una luz de esperanza para el mundo.
Santiago Pando