Hoy Nuevo León vive un fenómeno.

Quién hubiera pensado que los apellidos Canales o Sada de San Pedro Garza García, Nuevo León, apoyan al candidato de izquierda a la Presidencia de la República.

Pero además, no solamente se trata de un fenómeno político que llegó con Andrés Manuel López Obrador (AMLO) al municipio considerado la Joya de la Corona panista.

Si uno de los cuatro candidatos a la presidencia de México no es el predilecto de la Iglesia Católica, ése es Andrés Manuel López Obrador.

Ésta es la impresión que deja una plática con el sacerdote Manuel Corral, vocero de la poderosa e influyente Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) que abriga al pleno de cardenales, arzobispos y obispos mexicanos.

A casi dos meses de las elecciones, el panorama electoral ya no es igual al que existía cuando arrancaron las campañas.

Los spots publicitarios de cada candidato, así como su desempeño personal, empiezan a tener un impacto en la mente de los electores potenciales. Sobre todo en los llamados indecisos o indiferentes.