Faltan tres semanas para la Copa del Mundo, pero en las calles brasileñas no cesan los encontronazos.
Esta semana, los policías y transportistas realizaron una huelga con la que paralizaron a 13 estados de Brasil, de los que seis serán sedes mundialistas.
Ambos grupos de trabajadores exigieron mejores condiciones laborales y un reajuste salarial.
En todos estos estados, apenas 30 por ciento del total de fuerzas policiacas se presentó a trabajar, informó la prensa extranjera.
Pedro Pablo Cortés