La Cámara Mexicana de la Industria y de la Construcción (CMIC), que encabeza Gustavo Arballo, alista reformar los estatutos para poner severos candados en futuras elecciones de su presidente.
Esto prácticamente enterraría de facto la poca democracia hacia el interior de este organismo constructor, además de que no sería incluyente para la mayoría de los agremiados.