Dos países europeos sumergidos en la crisis económica y en los recortes, rompieron el silencio.
Primero fue España, el martes pasado, y ayer se le agregó Grecia.
Pero a diferencia de las muchas protestas que se han llevado a cabo a lo largo de los dos últimos años de dificultades financieras, las de este miércoles presentaban el mismo modus operandi.
Además de coincidir en el día, griegos y españoles eligieron a sus respectivos Congresos como objetivo principal.
Jorge Mireles