En la Ciudad de México hay una alianza de facto para contener las exigencias de las jefaturas delegacionales de Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tlalpan: detener la Cruzada Nacional contra el Hambre. Mientras los titulares de las demarcaciones exigen una y otra vez una reunión con la titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, los programas sociales del gobierno federal operan en el DF.
Jonathan VillanuevaLos cuatro jefes delegacionales, empecinados en enfrentarse cara a cara con Rosario Robles y su “Cruzada contra el hambre”, podrían quedarse con las ganas de debatir con la exjefa de gobierno del Distrito Federal que fracturó al PRD con el tema Carlos Ahumada y los videoescándalos.
Icela LagunasLa miseria no tiene partido. Pero Rosario Robles y Miguel Ángel Mancera, sí. En el trasfondo de su lucha no están las 474 mil personas en situación de pobreza alimentaria que viven en la capital, sino los votos del bastión de la izquierda.
Pero eso parece que no importa. Ellos, los pobres, no importan.
Icela LagunasHay un dicho que nos advierte: “El camino hacia el infierno está pavimentado de buenas intenciones”. En ninguna otra área de economía suena más apropiado que en el caso del desarrollo.
Han subido al radar de discusión internacional los economistas que señalan los errores cometidos con buenas intenciones al tratar de remediar la pobreza en el mundo.
Eduardo Flores