No entiendo a esas voces amargadas que lanzan críticas no solo al partido del sábado, que sin duda las merece con “ESE” rival, el Morelia tan suavecito y medroso, pero que se van hasta la cocina de los argumentos amargos denostando una carrera extraordinaria de un futbolista más que exitoso.
Si bien no es un derroche de virtudes, es indiscutible lo grande y dominador que ha sido en la cancha, aunque les duela a “esos algunos”.
Alfredo Domínguez Muro