La alianza que han tejido en los hechos las dos principales fuerzas políticas de Jalisco y su Congreso, los partidos Movimiento Ciudadano (PMC) y Revolucionario Institucional (PRI), ha servido para autorizar en apenas un par de meses un aumento de la deuda pública local por casi 4 mil 750 millones de pesos.

El mejoramiento de las calificaciones crediticias  que ha obtenido y difundido ampliamente el Gobierno de Jalisco, no solo deberá traer un efecto positivo para sus condiciones presupuestales, habrá también beneficio próximo para el titular de la Secretaría de Planeación, Administración y Finanzas (Sepaf), Ricardo Villanueva Lomelí, a quien se atribuye su concreción. 

Cuando Jorge Aristóteles Sandoval Díaz y Enrique Alfaro Ramírez eran candidatos al gobierno de Jalisco, ambos se reunieron con el gobernador Emilio González Márquez. 

En los dos casos, el mandatario estatal les mencionó la necesidad de adquirir más deuda una vez que llegaran al poder. 

En entrevista para Reporte Indigo, Alfaro Ramírez señala que él no se prestó al juego de Emilio. 

Y justo ahora, parece revelarse la realidad sobre las negociaciones del gobernador electo con el gobernador en funciones. 

La adquisición de deuda tiene un doble juego, sobre todo en épocas electorales. 

Y es que parte de las obras realizadas con dinero prestado sirve también para el lucimiento personal de los funcionarios, muchos de los cuales hoy son candidatos a algún puesto de elección popular. 

Para apuntalar sus logros, los presidentes municipales de la Zona Metropolitana de Guadalajara (ZMG) decidieron empeñar el futuro de los ciudadanos con deudas pagaderas hasta a finales de 2030.