El pasado 8 de septiembre, la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) registró su más alto valor en la historia.
Desde entonces, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), aquel que sigue el desempeño de las 35 empresas más representativas de la bolsa, registra una caída constante.
Cuando esta tendencia negativa se volvió evidente, los analistas económicos afirmaron que se debía a un proceso natural de ajuste, ya que los principales índices bursátiles en Estados Unidos experimentaban el mismo efecto.
Sin embargo, esta similitud desapareció hace tiempo.
Alejandro Dabdoub