Los mexicanos hemos calificado a enero como el mes del terror económico.
El problema se identifica con el fin del año, ya que el fervor de las fiestas lleva consigo un sobre gasto.
Las compras a meses y solicitudes de préstamos hacen crecer los niveles de deuda de manera alarmante. Por si fuera poco, el ajuste de precios y los ocasionales nuevos impuestos suelen infundir miedo en las familias.
Indigonomics Staff