“Las familias ya no compran carne de res”, se lamenta Marco Ramírez Rojas, vendedor de carnes frías en el Mercado de Abasto de Iztapalapa.
“Ahora se llevan ‘picnic’, una combinación de todos los restos de la res que cuesta 50 pesos por kilo”.
El “picnic” es el producto que está desplazando el bistec o filete en la dieta de los mexicanos por el incremento del precio de la carne.