María Galván, una estilista mexicana sin papeles, llamó a la puerta de unas 200 casas cada día, en barrios de Los Ángeles.
“Lo primero que les digo es ‘por favor ve y vota porque nosotros no podemos votar y ustedes son la voz para que nosotros salgamos de las sombras”, dijo Galván. “Teniendo un buen gobierno, alguien va a hacer algo por nosotros”, agregó.
Solo en California, 800 inmigrantes indocumentados se dedicaron a tocar puertas y llamar a ciudadanos estadounidenses para animarlos a votar como parte del proyecto California New American Vote Campaign.
Indigo Staff