Netflix es el servicio de streaming de series y películas que prefiere la mayoría. De hecho, hasta el año pasado, esta plataforma contaba con 60 millones de suscriptores en todo el mundo y la cuenta sigue. 

A través de estudios de mercado, análisis de comportamiento e interacción en redes sociales, Netflix ha identificado a los usuarios y los mercados a los que puede llegar. Además, ha lanzado funciones para que no haya impedimentos a la hora del streaming de series y películas.

Una vez más la controversia llega al séptimo arte de la industria estadounidense, dejando un marco de duda de cómo la falta de inclusión repercute en la libre expresión de los artistas fílmicos.

Como si no fuera suficiente la polémica que desató la comunidad afroamericana con la nula aparición de su raza en los pasados Premios Oscar, más el sabotaje proclamado #OscarsSoWhite, a casi un mes del suceso ahora se atacan dos rubros que atañen directamente a la cinematografía.

El año pasado, el 30 aniversario del lanzamiento de Volver al Futuro II logró recaudar casi 5 millones de dólares en taquilla.

Por otro lado, cuando se lanzó el tráiler oficial de Star Wars en sólo 24 horas ya había atraído alrededor de 128 millones de usuarios en YouTube.

Ahora, apenas anuncian que habrá una entrega más de Indiana Jones y sus fanáticos se han vuelto locos.

El factor común es claro: la nostalgia es un gran negocio para la industria del entretenimiento.

Pero no solo en el cine se vive este fenómeno.

Tal vez ya sean menos las veces que vas al cine a ver una película, acompañado de palomitas, pasas con chocolate y un refresco tamaño jumbo. Y es muy probable que la razón de esto sea que te esperas a que esas cintas lleguen a Netflix o, en el peor de los casos, porque prefieres bajarlas de un servicio o plataforma en línea de manera ilegal.

La ovación del público está a punto de llegar a su momento más álgido, las luces se apagan, el estruendo replica y el cantante de los desaparecidos Héroes del Silencio sale ante un Estadio Azteca repleto.

Es el 11 de noviembre de 2009 cuando se realiza el último concierto de la gira “Hellville de tour”, en el Coloso de Santa Úrsula con 90 mil personas y Enrique Bunbury da punto final a otro pasaje musical, pero pronto volvería a escena para continuar sus andanzas melódicas.