Lo desconcertante no es que ocupe los primeros lugares en posesión, ventas al extranjero y homicidios por arma de fuego, sino la amplia brecha entre sus tasas y las de países con similar nivel de desarrollo económico.
Mientras que en Estados Unidos 88.8 de cada 100 personas posee un arma, en Japón solo 0.6 por cada 100 personas tienen una y en países europeos como Polonia, la tasa se reduce a 1.3 por cada 100. Los tres países, considerados de “alto ingreso” por el Banco Mundial.
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