La imagen del presidente francés fuerte, intocable y lleno de glamour quedó ayer en el pasado.
En un acto inédito, la Justicia de Francia arrestó al expresidente Nicolas Sarkozy para interrogarlo por presunto “tráfico de influencias” y “violación del secreto de instrucción”.
Las acusaciones, que involucran a magistrados del Poder Judicial, entorpecen el regreso a la política de Sarkozy, quien aspiraba a ser el próximo presidente de su partido, la Unión por un Movimiento Popular.
Los escándalos
Pedro Pablo Cortés