“No todos los políticos son corruptos. Son los corruptos los que llegan a la política”, afirma la expresidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla, con una voz severa.
Mientras tanto, Sergio Fajardo –actual gobernador de Antioquia, Colombia- enuncia en la jornada electoral de su país que “los corruptos pagan para llegar”.
Ambos coinciden en el iceberg de nuestras sociedades latinoamericanas: los corruptos.
Indira Kempis