Apuesto que a ti también te han roto el corazón, ¿te ha pasado? De esas veces que sientes que es difícil hasta levantarse de la cama para ir a vivir la vida entre semanas que pasan vacías de sentido en el tiempo.
Se nota de inmediato cuando alguien trae una herida que no ha sanado… Así parece ser el estado emocional de la ciudad.
Respiramos un aire de desencanto que nada tiene que ver con el “orgullo regio” que algunos añoran o se lamentan haber perdido.
Indira Kempis