La violencia sigue imparable en una de las regiones de Jalisco que debía volverse uno de sus polos de desarrollo: Lagos de Moreno, cuya inseguridad creciente significa un riesgo para las inversiones privadas por mil 708 millones de pesos que las autoridades aún esperan ahí en este 2016.

Durante este año la ciudad de Lagos de Moreno ha alcanzado niveles de violencia como no había visto ni siquiera en los peores años del sexenio 2007-2012, cuando el estado se desgarraba entre la disputa que protagonizaban el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y La Resistencia.

Lagos de Moreno, la ciudad alteña de Jalisco donde se han desatado los demonios de la violencia en las últimas semanas, derrochó sus fondos de seguridad en la compra de flyers y pines sin ton ni son, mientras se gestaba una invasión de grupos delictivos que hoy disputan su territorio. 

Lagos de Moreno, una de las poblaciones más grandes de Jalisco y que pronostica crecer más en los próximos años debido al desarrollo de un parque industrial automotriz, tiene como reto la seguridad pública. 

El actual alcalde del municipio laguense, Hugo René Ruiz Esparza, reconoce que en el pasado la infiltración del crimen en su corporación policiaca -al grado de realizarse detenciones de varios jefes policíacos- representó un problema serio que hoy se está atacando, pues asegura que la seguridad pública “no es un tema fácil”.