La alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, está en pleno proceso de disolver su matrimonio político con el senador Raúl Gracia, uno de los líderes de la neocúpula panista que controla el PAN de Nuevo León.
En este conflicto no se vislumbra una reconciliación en puerta.
Gracia fue uno de los aliados que tuvo Arellanes para que fuera designada por el CEN como candidata a la Alcaldía regia.
Sin embargo, hoy Gracia representa un frente abierto para Arellanes en la disputa por el control del municipio de Monterrey y de posiciones en la administración regia.
César Cepeda