Pese a la injerencia directa de la Federación con la designación de un comisionado especial, Michoacán no ha podido remontar su condición de estado fallido.
A nueve meses de haberse decretado la Comisión para el Desarrollo y Seguridad del Estado, los órganos locales de gobierno aún no alcanzan la solidez prometida. La gubernatura es la institución con mayor descrédito.
J. Jesús Lemus