El 6 de julio del 2012, habitantes de la comunidad religiosa La Nueva Jerusalén, en Michoacán, demolieron y quemaron una escuela primaria en la localidad, donde iban más de 250 niños.
La razón de sus acciones es para ellos irrefutable: la Virgen del Rosario le ordenó a la vidente Mamá Catalina que se destruyeran ese “centro de perversión para la humanidad”.
Un centenar de fanáticos religiosos atendieron el llamado divino y derribaron las aulas. A la fecha no hay un solo detenido por ese hecho.
J. Jesús Lemus