La liberación de la mexicana Sandra Ávila Beltrán conocida como “La Reina del Pacífico”  y según autoridades mexicanas, operadora del cártel de Sinaloa, conmocionó a la opinión pública el día de ayer.

Desde temprano circuló la versión de que Ávila Beltrán podría reingresar a territorio mexicano luego de que una corte en Miami, Florida, determinara su libertad tras 70 meses de prisión en ese país acusada de narcotráfico.

El caído líder de Los Zetas,  Miguel Ángel Treviño Morales, alías “Z-40”, solicitó ayer cuatro amparos para evitar quedar incomunicado o ser torturado por agentes de la Procuraduría General de la República (PGR) o de la Secretaría de Marina Armada de México (Semar). La solicitud le fue concedida por un juez federal para protegerlo de posibles abusos en su detención.

A plena luz del día en un pequeño suburbio al noreste de Dallas, fue asesinado ayer Juan Jesús Guerrero Chapa, presunto abogado del cártel del Golfo.

De acuerdo a información de The Dallas Morning News, Guerrero Chapa estaba de compras con su esposa la noche del miércoles una hora antes de que le dispararan varias veces, mientras estaba sentado en el asiento del copiloto de su Range Rover 2012. 

A Guerrero Chapa se le vinculó en las tareas de defensa legal de integrantes del cártel del Golfo, cuando era encabezado por Osiel Cárdenas Guillén.

A las 9 de la noche del 10 de mayo alrededor de 40 elementos de la Secretaría de la Marina Armada de México (Semar) realizaron un operativo en la zona de Puerta de Hierro en Zapopan, Jalisco. 

Versiones en los medios locales refieren que los marinos llegaron a la torre Ámbar del complejo de Andares; en el piso 14 se habría registrado el cateo que generó un enfrentamiento del resultó un muerto. 

La información que se tiene hasta el momento es que también pudo haber varios detenidos. 

Estados Unidos debe mostrar más seriedad en cumplir con su responsabilidad en la cooperación con México, reduciendo el consumo de drogas y atacando el lavado de dinero y el tráfico de armas, concluyó un nuevo estudio.

“Un fracaso en lograr progresos en estos frentes enviaría una señal a los socios en México y la región de que Estados Unidos espera que ellos asuman el costo de detener el flujo ilegal de drogas”, apuntó el análisis del Centro Woodrow Wilson de Washington.