Aquel sabio proverbio es olvidado y retado cada semana en nuestra hoy llamada Liga MX cuando los ex árbitros, ahora erigidos y autonombrados como jueces indiscutibles, se han ido apoderando, a invitación expresa de los medios que ven aquí un enorme filo de rating, al conjuro de la polémica y el escándalo amarillista, de espacios en la TV abierta y cerrada, columnas en los diarios, programas de radio, más programas de análisis que se prolongan durante la semana hasta que llega la nueva jornada, solo para renovar y sustituir al árbitro que caerá en desgracia azuzados por productores y conduct
Alfredo Domínguez Muro