Las imágenes son claras. En plena noche, dos camionetas de Profeco se estacionan sin precaución en una estación de servicio. 

Sin identificarse, dos empleados con chamarras de la dependencia federal corren con dos jarras en las manos hasta la dispensadora de gasolina. Inician las tomas de prueba. Toman fotos del aparato. La policía rodea el operativo. La cámara hace zoom en la manguera por donde fluye la gasolina. 

“Aquí está. Menos 30”, dice uno de los empleados, quien verifica la potencia en una maquina medidora.

Después de que a finales del mes pasado la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) impusiera una multa a McDonald’s, la dependencia y la cadena de comida rápida firmaron ayer un convenio para que la Procuraduría se convierta en asesor de su publicidad.

Como una medida para que no se vuelva a repetir la multa por 648 mil 548 pesos impuesta por publicidad engañosa en su Cajita Feliz, McDonald’s aceptó participar en el programa de la Profeco denominado Copy Advice.

Desarrollar una mayor concientización sobre el consumo es una de las principales metas de Bernardo Altamirano, procurador federal del consumidor.

Consciente de que el reto se debe de realizar en distintas formas, dependiendo del estrato socioeconómico, se han generado iniciativas para defender los derechos del consumidor. En entrevista con Reporte Indigo, el procurador detalla la filosofía de la Profeco, su método de trabajo y las herramientas virtuales que han desarrollado para llegar a más personas.

El número de fraudes ocasionados por casas de gestoría de crédito prende focos en las autoridades de Jalisco.

Hasta el 31 de octubre, la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) tenía consignados más de 158 casos de fraudes por parte de siete empresas, que sin ninguna regulación se dedican al ramo de la gestoría de créditos.

Estas empresas, que anuncian créditos fáciles, sin avales ni restricciones por buró de crédito, simulan contratos de servicios con las personas que solicitan un préstamo que nunca les será entregado.