Muy molesto salió ayer Javier Flores, abogado de Rodrigo Medina, de los juzgados federales, tras recibir la noticia de que el juez federal negaba la suspensión definitiva.
No era para menos.
La suspensión definitiva –si se hubiera concedido- habría permitido posponer hasta casi un año la comparecencia del exgobernador en los tribunales.
Entre hoy y mañana se espera que la Fiscalía Anticorrupción del Estado solicite al Juez de Control una nueva cita para el exmandatario.
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