La realidad siempre se impone y fue lo que pasó ayer con el montaje de unidad que intentó armar el PAN de Nuevo León juntando para la foto a los dos aspirantes a la gubernatura, Margarita Arellanes y Felipe Cantú.
Los dos precandidatos oficiales posaron -con sonrisa incluida y semblante triunfador- para una fotografía de oropel que no desaparecerá el ambiente de división y confrontación que existe hacia el interior del panismo.
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