Camilo Ramírez, secretario del Ayuntamiento de San Nicolás, amagó con renunciar y fue la clausura de la planta de Orión una de las gotas que derramaron el vaso.
El funcionario nicolaíta no estuvo de acuerdo -en las formas- con el operativo de la Dirección de Desarrollo Urbano y Ecología para cerrar la planta de cerámica.
La resolución judicial que obligaba a San Nicolás a cerrar la planta, le otorgaba 12 horas más a la administración de Pedro Salgado para cumplir con el amparo.
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