La alcaldesa de Monterrey, Margarita Arellanes, tuvo ayer un lapsus.
La panista arribó temprano, a las 6:00 horas, a un evento de supervisión de obras en la colonia San Jerónimo portando una de las camisas que usó en la campaña por la Alcaldía, con el logo del PAN.
Incluso posó con los trabajadores de Servicios Públicos, hasta que su equipo de logística le facilitó un chaleco para tapar el logo albiazul.
Un descuido de un minuto, pero que seguramente enardecerá más a los priistas que la acusan de utilizar su cargo para hacer campaña por la Gubernatura.
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