En Santa Fe primero ocurrió la rapiña por los predios que se vendieron en millones de dólares y detonaron el “boom” inmobiliario de oficinas, centros comerciales y departamentos.
Pocos pensaron en el deterioro de la zona: escasez de agua, colapso de las vialidades y deficiente transporte público para mover a los miles que acuden diariamente a Santa Fe a trabajar.
El caos que ya existía se incrementó debido al inicio de actividades de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), unidad Cuajimalpa, a partir de enero de este año.
Icela Lagunas