Las competencias deportivas mundiales, normalmente, unen a la sociedad y hace que se olviden los problemas económicos, y las diferencias sociales y políticas. Y aunque Vladimir Putin en 2007 viajó a Guatemala para asegurar que el reflector apuntara a Sochi en las Olimpiadas de Invierno 2014, desde el año pasado el camino se le ha nublado.
Andrea B. Assunto