Con dos acciones simbólicas, el pequeño país isleño de Sri Lanka se ha convertido en el referente internacional de la lucha contra el comercio ilegal de marfil.
La nación surasiática destruyó ayer todo el marfil que posee. De acuerdo con National Geographic, el material fue pulverizado en un icónico parque en el corazón de la capital Colombo, para luego ser incinerado.
Indigo Staff